Es
aquella forma de vida en la cual la persona mantiene un armónico equilibrio en
su dieta alimentaria, actividad física, intelectual, recreación (sobre todo al
aire libre) descanso, higiene y paz espiritual.
Llevar
una vida saludable tiene como objetivo lograr un bienestar físico y mental por
lo que se deben seguir ciertos hábitos y evitar otros que perjudican la salud
de las personas.
Las
prácticas y hábitos sanos que permiten llevar una vida saludable son: comer
sano, realizar periódicamente ejercicio o actividad física, tomar agua, no
fumar, reducir el consumo de alcohol, mantener un peso adecuado, reducir el
nivel de estrés, evitar el consumo de drogas legales e ilegales, cepillarse
diariamente los dientes, tener una buena higiene, entre otros.
Para
lograr o mantener un estado de salud se debe llegar a un estilo de vida
saludable, donde los factores más relevantes son la dieta o tipo de
alimentación, ejercicio, trabajo, actividad social, cuidados para prevenir
enfermedades, el medio ambiente en el que se encuentra la persona.
Tener
una vida saludable aumenta la esperanza de vida de las personas pero también la
calidad en los años que viva. Llevar una vida sana es una decisión personal
pero también puede ser una práctica familiar muy positiva no solo dentro de la
familia sino a nivel social.
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